Aportes de Isaac Newton:
A finales del siglo XVII, todavía nadie se planteaba de forma científica el origen del universo, pues se partía de la base que Dios había creado todo lo que existe, de acuerdo a su poder omnímodo. Todos los astrónomos y sabios, incluidos Copérnico, Kepler y Galileo, se habían limitado a constatar el movimiento de los astros y a estudiar sus trayectorias.
Isaac Newton Isaac Newton nació 4 de enero de 1643, en la pequeña aldea de Woolsthorpe dio un paso más adelante: declaró que "todo sucede como si la materia atrajera a la materia con una fuerza que es proporcional a las masas e inversamente proporcional a la distancia que las separa".
La teoría elaborada por Isaac Newton afirma que esa fuerza de atracción, denominada gravedad, es la responsable de la caída de los cuerpos en la Tierra y de los movimientos a gran escala que se observan en el Universo: la órbita de la Luna alrededor de la Tierra y la órbita de los planetas alrededor del Sol.
Para llegar a estas conclusiones necesitó nuevas y más potentes herramientas de cálculo. No eran suficientes las matemáticas y geometría heredadas de los sabios de la antigüedad griega. Newton tuvo la genialidad y la fuerza de voluntad para crear el cálculo diferencial y el cálculo integral.
Ambas disciplinas fueron adoptadas de inmediato por otros científicos y actualmente son herramientas necesarias en todas las profesiones que tienen que ver con cualquier rama de ingeniería.
Newton explico cómo se comportan los cuerpos ante la gravedad. Desde ese momento la fuerza de gravedad sirvió para explicar cómo funcionan los movimientos de los cuerpos en la Tierra y en el espacio. Dos siglos más tarde, Albert Einstein propuso un modelo teórico para explicar el origen de la gravedad.
Según la teoría de Newton, todas las partículas materiales y todos los cuerpos se atraen mutuamente por el simple hecho de tener masa, en proporción directa a sus masas, pero esta fuerza pierde intensidad en proporción al cuadrado de la distancia que los separa.
La fuerza de gravedad nunca es repulsiva, siempre produce atracción entre los cuerpos, cualquiera que sea su composición, y la fuerza resultante se produce atrayéndose el centro de gravedad de un objeto con el centro de gravedad del otro.
Además de obligar a que los objetos caigan hacia abajo, esta fuerza le da a la Tierra y a sus habitantes muchas de sus características porque, eso sí es necesario dejarlo claro: no en cualquier otro astro encontramos condiciones idénticas.
Aunque a grandes distancias la fuerza de la gravedad puede ser muy débil, tiene un alcance infinito. Por eso, los planetas del sistema solar, como Urano que está a más de 3.000 millones de km del Sol, es atraído por éste y sigue dócilmente describiendo una órbita a su alrededor.
La fuerza gravitatoria es universal, a ella se someten todas las partículas elementales sin excepción; sin embargo, en el interior de las partículas elementales, debido a su poca magnitud, la gravedad no juega un papel importante.
Después de todos sus estudios, cálculos y deducciones, Isaac Newton estaba absolutamente desconcertado acerca de la estabilidad de las estrellas en el cielo.
Newton, dedujo que el universo tiene dimensiones infinitas y que las estrellas están distribuidas en él uniformemente, de modo que no hay ningún centro hacia el cual caer debido a que cualquier estrella recibe la atracción gravitatoria de sus vecinas.
Newton desarrollo tres leyes sobre el movimiento de los cuerpos: la ley de la Inercia-de la Fuerza-Acción y reacción:
Ley de la Inercia:
La primera ley del movimiento rebata la idea aristotélica de que un cuerpo sólo puede mantenerse en movimiento si se le aplica una fuerza. Newton expone que:
Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
Esta ley postula, por tanto, que un cuerpo no puede cambiar por sí solo su estado inicial, ya sea en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme, a menos que se aplique una fuerza neta sobre él.
Ley de Fuerza:
Esta ley dice que:
El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime. Esta ley explica qué ocurre si sobre un cuerpo en movimiento (cuya masa no tiene por qué ser constante) actúa una fuerza neta: la fuerza modificará el estado de movimiento, cambiando la velocidad en módulo o dirección. En concreto, los
cambios experimentados en la cantidad de movimiento de un cuerpo son proporcionales a la fuerza motriz y se desarrollan en la dirección de esta; esto es, las fuerzas son causas que producen aceleraciones en los cuerpos. Consecuentemente, hay relación entre la causa y el efecto, esto es, la fuerza y la aceleración están relacionadas. Dicho sintéticamente, la fuerza se define simplemente en función del momento en que se aplica a un objeto, con lo que dos fuerzas serán iguales si causan la misma tasa de cambio en el momento del objeto.
Ley de la acción y la reacción:
Esta ley dice que:
Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas. La tercera ley es completamente original de Newton (pues las dos primeras ya habían sido propuestas de otras maneras por Galileo, Hooke y Huygens) y hace de las leyes de la mecánica un conjunto lógico y completo. Expone que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza de igual intensidad y dirección, pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo. Dicho de otra forma, las fuerzas, situadas sobre la misma recta, siempre se presentan en pares de igual magnitud y opuestas en dirección.
Aportes de Charles Darwin
Al interior de esta revolución, el aporte de Darwin consiste en el hecho de que pensó haber encontrado la causa de la evolución biológica y también poderla documentar. Paralelamente, los partidarios de la ideología evolucionista, ven en su obra una sorprendente confirmación de sus tesis, sustentada por el carisma intocable de la cientificidad.
El mérito científico más importante de Darwin consiste en el haber enfocado el problema central: admitida la idea de una evolución, hace falta explicar su causa. A diferencia de Lamarck, Darwin recurre al concepto de "selección natural": como el hombre, desde cuando ha sido campesino y ganadero, ha sabido seleccionar plantas y animales, así la naturaleza lograría seleccionar los seres vivientes en base a su capacidad de adaptarse a las condiciones ambientales.
Bajo el influjo, explícitamente declarado, del pensamiento del economista Malthus, Darwin ve la naturaleza como sede de una incesante lucha por la existencia: varias especies aparecen en escena pero sólo las más aptas resisten, transmitiendo sus características favorables a los descendientes. A diferencia de Lamarck, aquí la adaptación no es causa de la variedad de las especies sino instrumento para seleccionar entre individuos ya diferentes. Como luego surgirían estas variaciones (hoy diríamos "mutaciones") no está claro; o mejor, es fruto del "caso", por lo tanto sin obedecer a una particular finalidad o seguir una dirección preestablecida.
La teoría presenta algunas intuiciones válidas y muchos límites: las primeras serán la base para las modernas teorías evolutivas, dentro de las cuales los segundos sólo serán superados en parte. Verdaderamente sin embrago la obra de Darwin tuvo en aquella época más realce que lo que sus méritos científicos merecían.
Sin embargo algunos grandes biólogos no escondieron su disidencia: basta con citar Claude Bernard, fundador de la medicina experimental y el mismo Pasteur. Una rápida reseña de los límites del darwinismo da a entender el motivo de tales acreditadas perplejidades.
* Ante todo la selección natural puede actuar como motor de la evolución sólo si tiene delante una variedad de especie y, como se ha dicho, no está para nada claro el origen de las variaciones; como también del mecanismo que preside a su transmisión hereditaria. Darwin, consciente de tales lagunas, intentó explicaciones completamente insuficientes e incluso basadas en conceptos poco científicos (alguien dijo también "poco darwinianos").
* Otro límite era la documentación del hecho evolutivo en su totalidad y continuidad histórica: es conocida la polémica sobre los llamados "anillos faltantes", es decir
sobre aquellas especies intermedias de las que faltan documentaciones fósiles atendibles. Además la paleontología mostraba señales de evolución a saltos, con especies que aparecían y se extinguian de repente, sin particulares relaciones con otras contiguas. Y se tienen inclusive pruebas de algunas especies que han existido por largos períodos sin mostrar variaciones, en evidente contradicción con la hipótesis de la variabilidad causal continua.
● Y finalmente la gran cuestión del hombre, de la que la selección natural por si sola, parece incapaz de explicar facultades intelectuales y morales o fenómenos como la conciencia y la actitud religiosa.
A la luz de las revisiones actuales del darwinismo, la mayoría de los biólogos cree haber solucionado bastante bien muchos problemas relativos a la "microevolución", es decir a la formación de los individuos pertenecientes a los niveles inferiores de la escala de los seres vivientes; queda en cambio sin resolver el problema de la "macroevolución", es decir de la formación de los grandes grupos sistemáticos (por ejemplo, como se haya pasado de los invertebrados a los vertebrados); además de la cuestión del surgimiento del género Homo.
La concepción de la ciencia y la visión del mundo en Darwin
Del momento que todavía hoy, quitando sus límites, Darwin es exaltado como modelo ejemplar de investigador en Biología, es oportuno detenerse sobre su particular aproximación a las ciencias.
Teniendo que pronunciarse en elegir entre el enfoque inductivista y deductivista, él mismo con certeza se alineó claramente en el primer grupo, refiriéndose explícitamente a los dictámenes del método baconiano y afirmando moverse "sin alguna teoría preconstituida”.
La epistemología del 1900 pero ha contestado la pretensión de basar cualquier teoría científica en el puro análisis de una serie abundante de casos particulares: cada recolección de datos siempre es una operación impregnada de teoría, como incluso la elaboración de los mismos datos.
En la obra de Darwin, metiendo en paz a muchos divulgadores, no hay la prueba científica ni del fenómeno evolutivo ni tanto menos del mecanismo de la selección como su
explicación. En una carta escrita después de la segunda edición de el origen, el autor afirma: "Pero yo creo en la selección natural no porque yo pueda probar en cualquier caso aislado que haya transformado una especie en otra, sino porque agrupa y explica bien, me parece, un gran número de hechos… ".
Darwin se ha movido dentro de un cuadro basado sobre el postulado (ideológico) de la evolución y de su continuidad. Es legítimo por tanto preguntarse, como hace E. Brovedani, cuánto hay de científico y cuánto de ideológico ya en la obra original, más allá de toda aquella operación cultural que le ha decretado el éxito.
EL SER Y LA NADA
Said Amaya
El ser y la nada según el libro de Sartre, el tema central de la teoría es una exploración de la realidad humana, como conciencia “ser por si” entendida como huida, negación, falta de ser y libertad.
Sartre no ve en la naturaleza humana, la esencia del hombre ya que la existencia precede a la esencia; inicialmente el ser “que es lo que es y qué es lo que no es” debe por medio de un acto realizarse, pasar del primer estado al segundo. El hombre es un proyecto y solo esta metamorfosis le confiere una esencia. Sartre recorre el camino que va de la ontología de la ética, del análisis del “ser del parecer” o el existir, hacia un reconocimiento positiva de la tarea humana como forma de libertad.
Sartre se centra en el hombre exclusivamente y lio concibo como un solo dinamismo actuando en un vacio solitario de la libertad sin fondo; la concepción de la nada en Sartre es distinta a otros autores. No es para él un complemento del ser sino lo constituyente de lo real, y el ser en cuanta existencia humana, es un continuo arrancarse de sí.
Esta conciencia puede cuestionarlo todo y para cumplir esta función debe tener libertad absoluta y poder de modificar sus propios modos de existencia. A si Sartre llega a la afirmación de que el hombre es un ser “condenado a la libertad”.
Aquí se analiza la relación entre el prójimo que nos condiciona debido al conocimiento que de nosotros tiene y con el cual, “nos roba”, sin embargo, necesitamos del otro para captar plenamente todas las estructuras del prójimo.
La primera tarea del existencialismo es hacer consiente al hombre de lo que es y responsabilizarlo de su existencia, todos los valores se hallan afectados por este carácter radicalmente ambiguo: “ser incondicionalmente” y “no ser”, en cuanto a su “único” fundamento, es la libertad humana.
En esta obra Sartre critica al marxismo cono “reificación “del hombre; pues los principios de la dialéctica fueron tomados del mundo de los objetos, pero no es posible aplicarlos a la esfera personal. El ser y la nada presenta una visión nueva de la realidad humana y plantea más interrogantes de los que soluciona.
¿Está el ser humano condenado a la mala fe, al absurdo? ¡El ser-hombre se ajusta con toda clase de valores?. Algunos críticos han dicho que no hay una sola sonrisa en sus escritos, ni un perfume, ni una flor.
Es un jardín agostado, un desierto de arena pesada sin camino, Sartre en la “critica de la razón dialéctica “asen un examen de la “situación” y del ser “ser para otro” analizando allí la acción humana colectiva.
Jesús David Blanco Sanchez
Como la esencia es lo que hace que una cosa sea y no
sea otra cosa, de la misma manera el ser hace que algo exista. O sea todo lo
que hay en este universo existe porque tienen ser y esos seres nacen del SER
sin desgastarlo ni acabarlo, pero eso no lo tocaremos en este momento.
Hablaremos pues del ser desde el punto de vista de
Jean Paul Sartre, este es un punto de vista un poco diferente al vago concepto
de ser que tenemos allá arriba, ya que mientras arriba hablamos de que el ser
es lo que da existencia, Sartre habla del “ser y la nada”, este filosofo
existencialista empieza pues su “camino de negación” negando el tiempo y el
espacio, necesitando entonces absolutamente nada según él, niega la existencia
de Dios por consiguiente niega pues lo ontológico. Ya que si decimos que el ser
procede del SER decimos que somos creados y esta noción de creación le parece
absurda a Sartre. Pero por otro lado el ser no es causa de
sí, simplemente es. Y por ser de este modo, sin justificación, ni sentido
alguno, sin poder ser explicado o deducido, está demás; es un puro hecho, sin
causa, sin razón, su existencia es absurda según
Sartre, por lo que podríamos deducir que para Sartre nada existe todo es producto de la mente que
crea algo en ausencia de este. Según Sartre el ser no existe, La nada es el ser
propio de la existencia humana.
José Antonio Cabrales Galvis
Sartre concibe la existencia humana como existencia consiente, donde el ser del hombre se distingue del ser de la cosa por ser consciente.
La existencia humana es un fenómeno subjetivo, en el sentido de que es conciencia del mundo y conciencia de sí; en este punto se diferencia de Heidegger, quien deja de lado a la conciencia.
Sartre dirá que es una fuga, es un arrancarse más allá de sí mismo hacia lo que no es ella, hacia el objeto. Por lo tanto la conciencia carece de interior.
Sartre agrega que el mundo es exterior, por esencia, a la conciencia pero a su vez la conciencia y el mundo se dan al mismo tiempo.
Dice que, cuando la conciencia se vuelve sobre sus propios actos, por ejemplo sobre un pensamiento, apresa a un yo que es el yo del pensamiento; esto ocurre porque el yo es producido por la propia actitud reflexiva de la conciencia.
Para Sartre la nada es el ser propio de la existencia humana como conciencia; el ser en sí, es el ser del mundo, de los objetos, en tanto con independencia de la conciencia. El sujeto es deseo de ser, porque es pura nada según Sartre, y quiere ser al algo que lo defina por su ser; por lo tanto es deseo de ser un en sí, esto sería lograr la totalidad, es decir ser Dios, cosa que es imposible.
Simplemente nos encontramos existiendo, y entonces tenemos que decidir que hemos de hacer con nosotros mismos. Como no hemos sido creados para hacer nada en concreto, ni para realizar ningún fin, dice el autor, cada hombre deberá buscarse un fin propio, válido solamente para él y realizar su proyecto particular, que tiene un valor meramente subjetivo según él.
Pero por el solo hecho de tener el deseo de ser, se es libre; el sujeto elige libremente cualquier camino para definir ese proyecto original que es el deseo de ser.
El hombre está condenado a ser libre, pero también se crea libremente los condicionamientos y los obstáculos cuando los proyectos previamente trazados son erróneos. De la libertad derivan varias implicaciones, por ejemplo la responsabilidad, en donde el hombre es plenamente responsable del modo de ser que va adquiriendo a lo largo de su existencia. De alguna manera la libertad resulta incómoda, debido a que hay que saber qué hacer con ella, por lo tanto será la causa de una gran angustia.